Baila Conmigo




Desde la niñez queremos ser parte de un grupo para convivir y tener ciertas cosas en común como el tipo de música, películas, libros, entre otras cosas. El baile nos ayuda a formar vínculos con diferentes personas y socializar de manera adecuada.
Uno de los propósitos más importantes del baile es transmitir emociones, por eso se considera una actividad grupal y no individual. Considero que formar parte de una clase de baile permite a las personas obtener el placer de conocer a cada integrante y forjar una amistad que perdure por años ya que expresan las emociones con sinceridad.
La convivencia es una conexión entre los estudiantes, la cual, se demuestra dentro y fuera del salón de clases. Cuando las personas aprenden a expresar ideas con respeto y poner atención a las acciones de los demás, demuestran facilidad para convivir en otras áreas como en lo académico, en el hogar, o en diferentes grupos de amigas y amigos, incluso la persona más introvertida logra cambiar ciertos aspectos de su personalidad para alcanzar un objetivo en común con los demás integrantes de un grupo de trabajo. Formar parte de una clase de baile nos enseña que no debemos ser perfectos para agradar a los demás y bailar en un ambiente adecuado. 

Sigue estos tres consejos para convivir durante una clase:

1. Debes estar consciente que estás en un proceso de aprendizaje, las equivocaciones significan que hay algo nuevo que aprender. No te asustes si no entiendes las actividades de las primeras clases o a los demás estudiantes con mayor rápidez de aprendizaje, ellos tuvieron la misma experiencia cuando empezaron a bailar.
2. Habla con las demás personas o haz preguntas sobre la actividad de la clase y lograrás compartir ideas. Los demás querrán escucharte si muestras interés.
3. Tolera las diferencias de los demás porque encontrarás personas con buenos modales y otras que aún deben aprenderlos. En cada grupo de personas hay diferentes personalidades, por lo tanto, busca al compañero que sume aspectos positivos y ayude a desarrollar las destrezas. 

Las sugerencias anteriores me ayudaron a mantener una convivencia estable en cada clase de baile. Recuerda que donde sea que estés siempre estarás expuesto a la oportunidad de expresar ideas, mostrar habilidades y defectos; por consiguiente, debes tener una actitud positiva y estar preparado para convivir bailando. 

Lic. Roberto Canizález

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